Acrílicos
18x24 cm
Es mi sed insaciada
precipitándose al vacío,
mi silencio tendido al sol,
mi sonrisa dibujando un atardecer.
Y voy entremezclándome en los sueños,
queriendo ser polen en manos poetas,
soñando ser canto de grillos
en los labios mudos;
ser mirada de mar
en un campo de amapolas,
ser de nube
reflejándose en gotas de lluvia.
Mi sed insaciable
en cada paso del camino,
en cada mirada de mis manos niñas...
y fluir sin medida,
desbordando sombras,
callando al silencio.
Este es un cuadro muy chiquito... No me atrevía con el agua y su efecto, no me veía capaz... Al final, creo que no me quedó mal. Charconales es un lugar mágico, un salto de agua que nos acompaña en mi aldea desde que yo recuerdo. Aún hoy, nos bañamos!!!
ResponderEliminar